Nietzsche nacio en Rocken (Prusia) en 1844, hijo de un pastor protestante. Sus primeros estudios fueron de teología y filología, pero su interés fue poco a poco decantándose por la  filosofía bajo el influjo de Schopenhauer, uno de los pensadores más importantes de su tiempo.  A los 25 años consiguió un doctorado en la Universidad de Basilea.  Participó en la guerra entre Francia y Prusia.  Estableció amistad con el poeta Paul Ree y el músico Richard Wagner, amistad que finalmente rompería porque pensó que su obra se había impregnado de decadente espíritu religioso.  En 1879 abandono su trabajo de profesor por motivos de salud. Sus problemas físicos fueron constantes (y precisamente  la salud y la enfermedad es uno de los temas recurrentes en la reflexión en Nietzsche). En busca de climas saludables empezó un periodo de viajes  hasta que finalmente a los cuarenta y cuatro años sufrió un colapso mental . Los últimos once años de su vida estuvo recluido en diversos sanatorios y en casas de sus familiares,  hasta que murió en 1900. Antes de enloquecer, en la etapa entre 1872 y 1889 a Nietzsche le dio tiempo a escribir algunos de los libros que cambiaron para siempre la historia de la filosofía, como El Nacimiento de la Tragedia, Humano Demasiado Humano, Mas Allá del Bien y del Mal, Así Hablo Zaratustra,  La Genealogía de la Moral o El Crepúsculo de los Ídolos.

El contexto histórico en el que vive Nietzsche, el siglo XIX, es el contexto de la Industrialización y las constituciones burguesas.  El siglo XIX es un siglo de grandes reivindicaciones sociales en el que poco a poco se va constituyendo una clase social, el proletariado, formada por las masas de personas que abandonan el campo y van a la ciudad en busca de trabajo en una industria cada vez más pujante.  La filosofía de Marx va a tratar de interpretar este fenómeno y las nuevas relaciones sociales subyacentes. A su vez el siglo XIX es también el siglo de la ciencia. .  Los avances en Biología (Darwin) Física (Maxwell) o Genética (Mendel) fueron importantísimos, y las industrias despertaban en la gente la convicción del progreso,  de modo que se llegó a considerar que la ciencia y la técnica estaban destinadas a solucionar todos los problemas humanos. Esta confianza (casi religiosa) en la ciencia se ve plasmada en una nueva filosofía, el positivismo, que considera que el único conocimiento cierto es el conocimiento científico, y que tanto la filosofía como la religión no son más que mitos propios de un estado pre-científico que debe ser superado. Los positivistas pensaban que la ética o la historia humana era susceptible de estudiarse como una ciencia, y que se podría prever de modo científico el comportamiento de los hombres. En el arte, los movimientos más importantes de la época eran el Romanticismo y posteriormente el Realismo en  lo referente a la Literatura.  Pero Nietzsche estuvo especialmente influenciado por la música, especialmente por Wagner y su pretensión de convertir la ópera en un espectáculo total.

_Niños obreros en las minas de carbón de Curanilahue

Frente a las corrientes positivistas y socialistas de su tiempo, Nietzsche va por libre. Su obra es una crítica a la casi totalidad de la historia de la filosofía, y sobre todo a las dos corrientes preponderantes de esta historia; el idealismo y el cristianismo. Idealistas y/ o cristianos son, en mayor o menor medida, Platón, S. Agustín, Descartes o Kant. Para Nietzsche la creencia en otro mundo ideal que subyace a estas  filosofías obedece a una enfermiza incapacidad de aceptar la vida, y es la causa del nihilismo que según el  impera en su tiempo.  Nietzsche aboga por la superación de este nihilismo decadente  mediante una transmutación de los valores olvidando las creencias en los paraísos religiosos o en los sueños de un mundo ideal.  Para Nietzsche la única solución para reconciliarse con la vida es aceptarla como es, con su belleza y su crueldad, sin intentar inventar otras vidas u otras realidades en las que escapar.

Esta es la idea que subyace a este texto de El Crepúsculo de los Ídolos.  Este libro consta de diez apartados, y en todo él Nietzsche repite los ataques a la metafísica platónica y a la tiranía de la razón sobre los sentidos, exaltando las pasiones y los instintos frente a las construcciones imaginarias de la razón (dios, moral, metafísica) que a Nietzsche le parecen imaginaciones de espíritus decadentes.  Para Nietzsche la forma de ver el mundo  ejemplificada por Platón y Sócrates tiene como resultado una moral antinatural, una moral enferma en la que lo bueno pasa por malo, lo verdadero por falso , la virtud por vicio y lo real por irreal.

En lo relativo a su influencia en la posteridad, hay que decir que pocos filósofos han sido más importantes que Nietzsche. Junto a Marx y Freud, Nietzsche es considerado un Maestro de la Sospecha (esta es una expresión del filósofo francés Michel Foucault) A lo que se refiere Foucault es que después de estos tres gigantes nuestro interpretación del mundo es completamente diferente; ellos nos enseñaron a pensar que todas nuestras construcciones culturales y todo nuestro pensamiento no son más que una farsa a la que subyacen nuestra Ideología (según Marx) nuestro Inconsciente (Según Freud) o nuestra Voluntad de Poder (Según Nietzsche).  Nietzsche es un autor que ha tenidos todo tipo de influencias no solo en filósofos como Heidegger o los existencialistas, sino que incluso ha tenido un éxito tremendo en la cultura pop. Al ser un escritor muy poco sistemático su pensamiento ha sido reivindicado por todo tipo de gente con mayor o menor  razón, y ha sido  considerado un apóstol del ateísmo, del irracionalismo o incluso del nazismo en el siglo XX. (Nietzsche obviamente no fue nazi, aunque su hermana, que era su albacea testamentaria, si lo fue y favoreció la lectura en clave nacionalsolcialista de su obra). En cualquier caso pocos autores han cambiado más nuestra forma de pensar que él.