La primera obra importante de Nietzsche se llamaba “El Nacimiento de la Tragedia”. En ella exploraba los significados de lo trágico, lo apolíneo y lo dionísiaco haciendo un análisis del teatro griego.

Para Nietzsche lo propio de la tragedia es su capacidad de exponer  lo “problemático y terrible” del mundo sin por ello quitarnos las ganas de vivir. El alma trágica se da perfecta cuenta de toda la dureza de la vida, de su drama y de su sinsentido, pero también de su alegría y de su gozo, de modo que el sentimiento es que la vida, pese a todo, es algo que merece la pena.

Nietzsche acuña el termino Dionisíaco (relativo al dios griego de la ebriedad) a la capacidad de dejarse llevar por el instinto y gozar de todo lo terrible de la existencia. Lo dionisíaco es lo vital, lo irracional, lo desmesurado,  y lo cruel y lo imperfecto. Frente a esto, Nietzsche describe también lo apolíneo como lo racional, lo mesurado, lo reflexivo y lo formal y lo perfecto.

Pues bien; para Nietzsche el arte trágico surge cuando se encuentran ambos ordenes, es decir, cuando se le impone forma a lo desmesurado.

Para Nietzsche este espíritu  de la tragedia clásica fue sin embargo traicionado. El primero que lo traicionó fue Eurípides; en las tragedias de Eurípides lo terrible de la vida no es una condición esencial de está, sino que acontece por las elecciones que toman sus personajes, de modo que, según Nietzsche, el espectador de estas tragedias las contempla con cierta distancia. Pero los gran traidores del espíritu trágico fueron Sócrates y Platón y el cristianismo. A partir de ellos la vida no será constitutivamente trágica, sino que se inventará la “fantasmagoría” de  una  vida perfecta con el propósito de decir que todo lo malo no es en verdad real.

Es del mayor interés poner algunos ejemplos de lo trágico, lo apolíneo y lo dionisíaco, para tratar de entender lo que Nietzsche quería decir.

En esta charla Dan Phillips explica su concepto Dionisíaco de la Arquitectura, en contraposición de la mentalidad apolínea.

Un ejemplo de la mentalidad apolinea en el diseño; Apple. Sus dispositivos se caracterizan por la sencillez, la simplicidad y la racionalidad.

 

Como ejemplo de lo dionisiaco, (lo que escapa a la norma, lo que no encaja con un canon…) los monstruos son estupendos. La existencia de seres monstruosos nos recuerda que la vida no parece reducirse simplemente a lo normal. Hay muchas películas de monstruos, como Alien, Tiburón o Frankenstein. Desde un punto de vista mas dramático, hay dos estupendas reivindicaciones de los monstruos en dos films clásicos; La Parada de los Monstruos y El Hombre Elefante. 

Una buena película para ejemplificar la contraposición entre lo apolineo y lo dionisiaco es Los Idiotas, de Lars Von Trier. En este film el argumento muestra a un grupo de gente que se juntan para hacerse pasar por deficientes, y de ese modo poder hacer todas las cosas que a las personas «normales» les están vedadas. El fin propone por tanto lo dionisíaco como una especie de liberación. Aqui hay un resumen del film.