Las diferencias culturales provocan diferentes actitudes en la gente. Una forma de enfrentarnos a ellas, quizá la mas básica  es pensar que nuestra propia manera de ver las cosas es la correcta, y las de las demás culturas es la equivocada. A esta postura se le llama etnocentrismo. El etnocentrismo es la creencia de que las normas y los valores de la propia cultura son naturales, buenos y correctos, y las pautas culturales de los extraños son malas o incorrectas. 

Hay muchísimos ejemplos de etnocentrismo. Aquí vemos un anuncio de Navidul que da una imagen esterotipada de los africanos. Y no menos estereotipos hay en el anuncio de Campofrío.

Es muy común que en el humor se trasluzca el etnocentrismo. Por ejemplo pensad en la cantidad de chistes que hay acerca de la gente de los otros paises. Hay un tipo de chiste que empieza diciendo algo como «esto es un español, un francés, un ingles y un alemán…» Pues bien, siempre que escuchemos algo así podemos estar seguros de que el español quedará como el mas listo.

Esto no es grave siempre que se quede en el ámbito del humor, pero en ocasiones la gente se toma demasiado en serio esa convicción acerca de sus propias creencias.  En estos casos el etnocentrismo puede convertirse en racismo y xenofobia, que ya sabéis que son el odio al extranjero. Las mas de las veces la creencia de que somos superiores a los otros (que son unos bárbaros, o unos salvajes) no es mas que una ideología destinada a justificarnos que los explotemos o que los matemos. En el tema de la inmigración es muy frecuente que se cuelen todo tipo de prejuicios, como se denuncia en los siguientes videos.

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Durante siglos los europeos han ido al resto del mundo a llevarse las materias primas que necesitaban, y para justificar ese expolio se han dedicado a denigrar a otras culturas. Este sistema se llamaba colonialismo. Sirva como ejemplo lo que hicieron los españoles en Latinoamérica. La población indígena de América era (según algunos autores, porque no hay datos muy exactos) de unos sesenta millones de personas a la llegada de Colon. Pero en siglo y medio se había reducido a tres millones y medio, principalmente a causa de las enfermedades que los europeos transmitieron. Los españoles obligaban a los indios a trabajar forzosamente en minas como la de Potosí, en Bolivia, desde la que salieron dieciseis millones de kilos de plata hacia España. En tres siglos murieron allí, en las minas de plata, unos tres millones de personas, en unas condiciones de trabajo brutales, pues la mina era una maquina de triturar trabajadores. Pero no faltaban justificaciones ideológicas que hablaban de la «maldad natural» de los indígenas, de su pereza y su estupidez.

También había testimonios que describían mejor a los indios que a los españoles, como este texto que aparece en el testamento de Mancio Serra de Leguizamo, el último superviviente de los primeros españoles que conquistaron Perú.

Encontramos estos reinos en tal buen orden, y decían que los incas los gobernaban en tal sabia manera que entre ellos no había un ladrón, ni un vicioso, ni tampoco un adultero, ni tampoco se admitía entre ellos a una mala mujer, ni había personas inmorales. Los hombres tienen ocupaciones útiles y honestas. Las tierras, bosques, minas, pastos, casas y todas las clases de productos eran regularizadas y distribuidas de tal manera que cada uno conocía su propiedad sin que otra persona la tomara o la ocupara, ni había demandas respecto a ello… el motivo que me obliga a hacer estas declaraciones es la liberación de mi conciencia, ya que me encuentro a mi mismo culpable. Porque hemos destruido con nuestro malvado ejemplo, las personas que tenían tal gobierno que era disfrutado por sus nativos. Eran tan libres del encarcelamiento o de los crímenes o los excesos, hombres y mujeres por igual, que el indio que tenía 100,000 pesos de valor en oro y plata en su casa, la dejaba abierta meramente dejando un pequeño palo contra la puerta, como señal de que su amo estaba fuera. Con eso, de acuerdo a sus costumbres, ninguno podía entrar o llevarse algo que estuviera allí. Cuando vieron que pusimos cerraduras y llaves en nuestras puertas, supusieron que era por miedo a ellos, que tal vez no nos matarían, pero no porque creyeran que alguno pudiera robar la propiedad del otro. Así que cuando descubrieron que teníamos ladrones entre nosotros, y hombres que buscaban hacer que sus hijas cometieran pecados, nos despreciaron

Si os interesa este tema, os recomiendo que leáis Las Venas Abiertas de America Latina, de Eduardo Galeano.

El racismo es un caso extremo, pero el etnocentrismo es una tendencia bastante universal, y hasta cierto punto normal. ¿Os habéis fijado, por ejemplo, que a la gente le parece raro el simple hecho de escuchar a gente hablando en un idioma extraño?

Aquí tenéis un video en el que una chica imita distintas lenguas. ¿Qué os parece su español?

Los extranjeros también tienen su propia opinión sobre España. A veces es simple desconocimiento.

A veces tenemos unos tópicos muy extraños sobre los extranjeros, y, claro, nos molesta cuando nos damos cuenta de que ellos tienen unos tópicos tambíen muy extraños sobre nosotros. 

Hay que caer en la cuenta de que para nosotros es normal comer caracoles y no comer perro, pero en otros lugares es exactamente al revés. Para nosotros es normal vestirnos como lo hacemos, pero en otros sitios la gente se reiría de nuestra vestimenta y se asombraría de nuestras costumbres.

Ponerse en el lugar de los extranjeros es siempre fecundo. Nos invita a preguntarnos que aspectos de nuestra cultura no son tan razonables como pensábamos.

¿Que le sorprende a los japoneses de España?

http://www.cuatro.com/perdidos-en-la-ciudad/temporada-2/familia-navarro/Nga-Bile-indigencia-comparten-pobreza_2_1526730127.html

Y también nos posibilita ver el mundo desde sus ojos, y darnos cuenta, por ejemplo, de los prejuicios que tienen que aguantar.

En definitiva, es importante ver que las costumbres y valores de los demás no siempre son irracionales. Para nosotros puede ser irracional vestirse como lo hacen en la selva, o no comer vaca o tener varias esposas, pero en determinados contextos puede ser lo mas razonable. El relativismo es la creencia de que no hay normas o pautas culturales buenas o malas, sino que cada una está adaptada a un contexto. Las culturas son, por tanto, relativas al sitio donde están.

Hay buenos ejemplos de esto en el caso del tabú del cerdo o de la vaca, en la India. Para los occidentales resulta incomprensible que en la India haya millones de vacas andando por ahí mientras la gente se muere de hambre. Pero hay muy buenas razones para no comer vaca, dadas las condiciones ecológicas o demográficas de la India.  Son razones de las que deberíamos aprender, pues ahora mismo el consumo de carne de vacuno está afectando a la alimentación de todo el planeta.

Un buen ejemplo del relativismo también es lo que pasó en Kenia, cuando los misioneros cristianos trataron de imponer la monogamia y esto derivó en superpoblación. En todos los casos haríamos bien en pensárnoslo dos veces antes de criticar una pauta cultural de otro sitio, solo porque nos parece diferente.

Lee esta historia del antropologo Paul Bohannan.«En 1950 me encontraba haciendo trabajo de campo entre los tiv de Nigeria Central. Una tarde, un tiv regresó de bañarse en el rio local. Metió la cabeza en mi cabaña para decirme que ya había vuelto. Le pregunté qué había pasado. Me contestó: «No mucho. Se ha ahogado un hombre» 
Inmediatamente salté ¿Qué? ¿¿Ahogado?? 
«¿Conoces el lugar del río donde el fondo cae de golpe? Bueno, era extranjero. Perdió pié, y no sabía nadar.» «¿Nadie le salvó? ¿No intentaste tú salvarlo?» (Yo sabía que era un gran nadador)La respuesta fué demoledora: «No era mío»

Entendí perfectamente lo que quería decir. Los tiv se toman molestias para prestar algún servicio a sus parientes, pero no cualquiera. Me encontré odiándole a él y a sus valores porque me habían enseñado a pensar que una vida humana es una vida humana, sin importar de quien sea. Pensé -y sigo pensando- que no le hubiese costado demasiado rescatar a aquel extraño.

Una semana más tarde, cuando estaba hablando con el mismo ayudante sobre las familia tiv, mencioné que no veía a mi madre desde hacía casi cinco años. Me miró horrorizado: ¿Quieres decir que no vas a tu casa a ayudar a tu madre?» Intenté decirle que nos escribíamos, que nos manteníamos en contacto, que ella no necesitaba mi ayuda. Mis explicaciones no sirvieron de nada, estaba tan ultrajado por mis valores como yo por los suyos. Después de considerarlo una y otra vez durante años, todavía creo que los míos son mejores. Sin duda él sigue creyendo que los mejores son los suyos.»

¿Que pensáis?

Hay otra historia estupenda sobre el relativismo cultural de Laura Bohannan. La encontrareis en el siguiente enlace.

Ser relativista es conceder que no hay costumbres buenas ni malas, en definitiva. Pero en ocasiones nos puede ser difícil conceder que determinadas normas culturales no son buenas ni malas. Es lo que pasa con una costumbre, por ejemplo, como la infibulación. En algunos países de África es habitual que a las chicas se le practique una mutilación en los genitales, cortandoles el clítoris. Esta costumbre está tan arraigada que las madres se lo hacen a las niñas, y la defienden diciendo que si las chicas no son infibuladas los hombres las verán como prostitutas y ninguno se querrá casar con ellas, por lo que al fin y al cabo deberán dedicarse a la prostitución. Esta costumbre está tan arraigada que en algunos casos las madres intentan hacerlo aunque están viviendo en Europa, y defienden su derecho a hacerlo.

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Frente a este tipo de normas, que el relativismo no criticaría, está la idea de que ciertas normas (normas éticas, en este caso) son criticables en cualquier cultura. El Universalismo cultural es la creencia de que hay determinadas normas y valores humanos que son transculturales, esto es, que tienen que ser aplicados a todas las culturas. Los derechos humanos son el tipo de normas básicas que pueden ser aplicadas a todas las culturas. En los siguientes enlaces puedes ver ejemplos de pautas culturales que son bastante problemáticas, por decirlo suavemente.

http://elpais.com/m/diario/1998/11/22/opinion/911689206_850215.html

https://www.elmundo.es/internacional/2021/02/06/601e9060fdddffe23c8b456e.html

http://elpais.com/m/diario/2001/07/18/sociedad/995407207_850215.html

http://www.infobae.com/2016/02/16/1790345-fotos-el-rescate-un-nino-dos-anos-abandonado-brujo-nigeria

https://elpais.com/elpais/2018/01/15/ciencia/1516008282_014622.html

Si os interesa el apasionante tema de la antropología cultural, os recomiendo el fantástico blog de Noemi, donde podéis encontrar multitud de información sobre las maravillas de la gente.

El Blackface

Para el blog; Investiga que es el blackface y pon ejemplos de esta polémica. Es este artículo , y aquí tienes alguna información, por ejemplo

¿Cuál es tu opinión de esto? ¿Y qué te parece lo que se expone en este video?

La música del mundo

Vamos a hacer un par de ejercicios en vuestro blog. En primer lugar tenéis que contar cuantos idiomas hay en vuestra colección de música. Tenéis que acceder a la música que habitualmente escucháis y poner los idiomas y los grupos o cantantes.

En segundo lugar, quiero que recorráis un poco la geografía musical. Podéis buscar en Spotify o YouTube o cualquier otra aplicación que está escuchando la gente de todo el planeta. Podeis elaborar una lista de reproducción, un mapa, una infografia, un video… según vuestra creatividad.

Una cosa mas. Intentad seleccionar música chula